La Sonrisa de Cada Día

Ese regalo del Universo que nos ilumina hasta en la peor tormenta

Los pies en el pasto septiembre 20, 2010

Filed under: agua,amanecer,amor,animales,arbol,arcoiris,gaia,gorrión,primavera,sol,sonrisa — ceciliasantoro @ 9:35 pm

Uno de los primeros regalos que me hacen las temperaturas cálidas, uno de los que espero con más ansias, es permitir a mis pies andar libres de coberturas.

Ayer exploté mucho ese regalo.
En el jardín de mi casa, con el mate, libros, la compañía ideal, los primeros perfumes de esta divina estación por venir.
Y mis pies retomaron su contacto con la tierra húmeda, jugaron con el pastito que hacía cosquillas entre los dedos, el verde recién despierto y con sus luces encendidas.

El domingo de ayer fue de familia y escenas de película.
De jugar con el perro de mi vecino, un labrador grandulón que pide upa (porque piensa que es chiquitito él), se acuesta panza arriba sobre mi regazo cada vez que puede… y conectamos tan pero tan bien… y cambiamos sus miradas de mermelada por ratos eternos de mimos y reiki, de amor inmenso, ese amor perruno que ellos regalan y comparten sin importar mucho quién lo recibe.

Más tarde devolvimos al cachorro y entraron a mi tierra de flores los gordos, mis pequeños amores felinos, retozaron a gusto, ellos también energizaron sus espaldas refregándose con la hierba fresca, exploraron, vivieron su aventura de una tarde, tomaron sol y cazaron mariposas.

Fue un domingo de mimos, de capullos amarillos, remolachas, hormigas atrevidas, mandarinas jugosas y mucho mucho amor…

 

Gorriones septiembre 6, 2010

Filed under: agua,gaia,gorrión,sonrisa — ceciliasantoro @ 9:14 pm

¿Vieron lo lindos que son los gorriones cuando se bañan?
El penachito que se les forma en la cabeza, las plumitas empapadas y todas despeinadas…
Hoy pasé un rato mirando a una pareja de estos personajes emplumados que, muy amable, compartía un charco de la plaza San Martín con una paloma; sin darse cuenta se salpicaban entre ellos, entraban, se secaban, volvían a entrar…
La mejor escena: ese baile, muy parecido a un paso de Twist… empiezan sacudiendo el piquito, arranca un temblor casi imperceptible pero que – bien de cerca – se puede ver… toda su mínima redondez (convengamos que son miniaturas medio gorditas) vibrando a un “nosesabequé” ritmo para secarse… hasta llegar a la punta de las plumas de la cola y terminar con un pisotón para desagotar el último resto de agua…
Hermosísimos… encantadores…

Y verlos en moverse en ese salpicado feliz me hizo pensar: Evidentemente esto se trata de mucho más que una simple rutina higiénica… o, que fácil que estos chiquitos convierten una simple rutina en un juego!!!!
Un nuevo tip de nuestra Madre Naturaleza que tal vez podamos tomar en cuenta…

Hasta mañana amigos, arranquen de la mejor manera esta semana, con calorcito los de este lado, empezando a disfrutar del fresco los de más lejos, todos con mucho amor, colores, música y helados de frutilla. 😀